“Vayan, sin miedo, para servir. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos»”.  Papa Francisco

 

Estos son los tres pilares que consideramos son fundamentales en nuestra vida de fe, ellos son la Palabra de Dios, la Eucaristía y la Virgen.

La Palabra de Dios es la forma que tenemos de conocer a Jesús, a través de la lectura de los evangelios podemos ver cómo actuaba, el amor que tenía con la gente, la forma de enfrentarse a cada situación, como enseñaba a sus discípulos con el ejemplo. Es muy importante que leamos el Evangelio y conozcamos más a Jesús. Para ello te invito a que pongas la Biblia en un lugar importante de tu casa, capaz que podés armar un altar con una Cruz, una imagen de Jesús o María, agua bendita, el Rosario y la Biblia. Y que ese sea un lugar que te inivite a que todos los días puedas tener tu rato de oración.

La Virgen Santísima y la Eucaristía. Don Bosco explica muy bien la importancia de los otros dos pilares. Él decía que “la Virgen y la Eucaristía son las dos columnas que han de sostener nuestras vidas”. El amor a la Virgen es muy importante en nuestra vida de fe, ya que María, cómo Madre de Jesús, nos lleva siempre de la mano al amor de su Hijo. La devoción a la Virgen siempre nos lleva a Jesús, por eso San Luis Maria Grignon de Montfor y San Juan Pablo II hablaban de ir a Jesús por María, porque ella nos muestra siempre el camino más corto y más seguro para enamorarnos de Jesús.

Jesús está presente en la Eucaristía, es el mayor tesoro de nuestra Iglesia. El Hijo de Dios, habiéndose hecho carne, se convirtió en pan, para nosotros, que estamos en camino en este mundo hacia la tierra prometida del cielo. La Eucaristía es ese alimento que nos da fuerza para afrontar la fatiga y el cansancio del viaje. Ojalá que más personas descubran el valor que tiene la Misa y que acudan más días en la semana, no solo los domingos. Te invito a que conozcas más sobre la Eucaristía siguiendo el devocional #ViveJesus.

Padre Marcelo