Nos consagramos a ella porque queremos que la Santísima Virgen nos tome de la mano y nos lleve a amar más a Jesús. Así nos lo testimonian una multitud de santos de la Iglesia: “A Jesús por María”. El Papa San Juan Pablo II con su lema «Todo tuyo» nos enseñó a confiarnos plenamente en María para ser más de Jesús.

Nosotros seguiremos el método de consagración de San Luis María Grignon de Montfort en su libro «El tratado de la Verdadera devoción a la Santísima Virgen».

Algunos resultados positivos que nos proporcionará la Consagración a la Virgen

La verdadera devoción a la Virgen María nos conduce a la unión con Jesús.

Es un medio excelente para unirnos a Dios y buscar su mayor gloria.

María nos ayuda a purificar nuestras buenas obras, las embellece y hace que su Hijo las acepte.

Nos ayuda a:

  • Tener libertad interior.
  • A amar más a nuestro prójimo.
  • A tener más perseverancia en nuestro camino de fe.